Un grupo de mujeres científicas de la Universidad Nacional de San Luis (UNSL) se encuentran en la elaboración de un pan integral fortificado con harina de soja y proteínas de plasma bovino. El objetivo es satisfacer deficiencias nutricionales de la población argentina en estado de pobreza e indigencia.
El grupo multidisciplinario, del que participan ingenieras en alimentos, químicas, nutricionistas y profesionales en ciencias de la educación, ganó el segundo puesto del Concurso de Innovación organizado por la Universidad. Si bien el proyecto no está terminado en su totalidad, las científicas han trabajado en el diseño de una formulación apropiada desde lo nutricional y tecnológico, su puesta a punto y testeo sensorial.
El proyecto es dirigido por la Dra. Laura Rodríguez Furlán y surgió ante la preocupación de cómo cubrir una necesidad nutricional en poblaciones con deficiencias alimentarias y carencias socioeconómicas, brindando una alternativa con un alimento presente en la mesa de la mayoría de los hogares.
La soja y el plasma bovino son productos que abundan en el país y tienen un alto valor proteico. En el caso del plasma bovino su valor proteico es muy similar al del huevo y las verduras.
El objetivo del proyecto es de alcance nacional. Está destinado a poblaciones con necesidades específicas de nutrientes. En líneas generales el producto es de consumo masivo y especialmente beneficioso para personas que requieren de proteínas, vitaminas y minerales.
La Dra. Rodríguez Furlán sostuvo que de poder llevarse a cabo el objetivo del proyecto, que responde a características de base tecnológica e involucramiento social, el impacto sería muy importante y aliviaría un problema acuciante desde lo económico social. A su vez, otros sectores de la población que requieran el consumo de proteínas, vitaminas y fibras, debido a patologías específicas, podrían acceder a un producto accesible y a la altura de sus demandas particulares.
Las investigadoras han realizado actividades variadas, las mismas van desde el diseño de una formulación apropiada desde lo nutricional y tecnológico del producto, su puesta a punto y testeo sensorial, la posterior evaluación de aceptabilidad por parte del consumidor, y los aspectos comunicacionales para su difusión y posterior comercialización.
Integran el equipo dos (2) alumnas de la carrera Ingeniería en Alimentos. La directora del proyecto destacó el desempeño óptimo y el gran compromiso y entusiasmo por el espíritu del trabajo. Finalmente Rodríguez Furlán volvió a remarcar la importancia nutricional y económica social del proyecto, y su contribución a la salud de las personas desde un producto totalmente innovador.
Foto 1: extraída de la web
Foto 2: archivo UNSL – entrega del premio Concurso de Innovación “UNSL por i”